El jueves 18 de junio de 2020 se llevó a cabo un mega operativo interinstitucional para controlar al comercio informal que genera desorden y suciedad en varias calles de Ambato. El operativo se ejecutó en los alrededores de los mercados Central, Modelo, plaza Primero de Mayo, parque Cevallos y calle Tomás Sevilla.
En el operativo participó personal del Consejo Municipal de la Seguridad Ciudadana de Ambato (Comseca); los Agentes de Control Municipal; Gobernación de Tungurahua; Fuerzas Armadas, Agentes Civiles de Tránsito, Servicios Públicos y la Policía Nacional. La coordinación se realizó principalmente por la Gobernación de Tungurahua. El Municipio de Ambato también contribuyó con su personal. El contingente se desplazó por los sitios donde proliferan las ventas ambulantes irregulares.
Según el Coronel Patricio Carrasco, director del Comseca, el operativo buscaba impedir que la ciudad se convierta en mercado público y que exista orden y disciplina al momento de realizar las actividades comerciales. “La pandemia obliga a tomar todas las previsiones de higiene”, manifestó.
También hubo altercados entre los comerciantes informales y las autoridades. Sin embargo, los usuarios y comerciantes regulares agradecieron la ejecución del operativo, ya que las ventas se realizan de forma antihigiénica y con fuertes aglomeraciones.
En los últimos tres meses al Municipio se le fue de las manos el control de la vía pública y, por ello, tuvo que recurrir a la fuerza para desalojar las vías. Lo que no está claro es si el operativo se efectuó para eliminar focos de contagio o para poner orden en la vía.
Importancia de realizar operativos constantes
En una época tan delicada como la actual, es importante que todas las instituciones coordinen acciones conjuntas para mantener el orden y aseo de la ciudad. Si esto no se realiza, existe el riesgo de que la pandemia se propague y la situación sanitaria empeore en el cantón y en la provincia de Tungurahua.
De no existir operativos constantes, los comerciantes informales retomarán las aceras, calles y plazas de las cuales fueron desalojados. Es comprensible que la gente necesita ganarse el pan de cada día de forma honrada, sin embargo el Municipio de Ambato debería brindar las herramientas necesarias para que los comerciantes puedan trabajar de forma legal, ordenada y cumpliendo protocolos de bioseguridad.
De esta forma todos ganan: comerciantes regularizados, usuarios, comerciantes que antes eran informales pero que están en proceso de regularización, autoridades y la ciudadanía en general.
