La provincia de Tungurahua registra un total de 1.767 personas contagiadas por Covid-19 con corte al 22 de julio de 2020. Ambato lidera el número de contagios con 1.258 personas, seguido por el cantón Pelileo, con 307 contagios. En tercer lugar está Patate, con 49 casos, seguido por Píllaro, con 47 positivos. El resto de cantones registran menos de 40 personas, según los datos oficiales. Por el coronavirus han habido 164 fallecimientos en la provincia.
Evidentemente, este es un registro oficial. Sin embargo, pueden existir más personas asintomáticas y que no constan en los datos oficiales del Ministerio de Salud Pública (MSP). Con corte 23 de julio, en Ecuador existen 78.148 casos de Covid-19. Quito se convirtió en la primera ciudad del país en número de contagios, con 11.900 personas, superando así a Guayaquil, con 11.788 contagiados hasta el jueves 23 de julio, según cifras oficiales.
Sistema de salud saturado
En el momento del cambio al semáforo amarillo, se contaba con apenas dos camas en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) en Ambato. Según cifras oficiales, existen 18 camas en UCI entre los hospitales General Docente de Ambato y del IESS. En el cambio de semáforo, había una ocupación del 95% de estas camas, quedando apenas dos disponibles.
Es lamentable que las autoridades rectoras del sistema de salud no hayan ampliado la capacidad de atención hospitalaria en Tungurahua. Por esta razón, varios actores han denunciado la saturación del sistema de salud. Uno de ellos es Luis Silva, alcalde de Baños, quien manifestó que “están llenas las camas en UCI en Ambato”. Por otro lado, el expresidente del Colegio de Médicos de Tungurahua, Guillermo Bastidas, señaló que “el sistema de salud en la provincia de Tungurahua se encuentra colapsado. No hay camas en UCI con ventiladores para un solo paciente”.
Por su lado, Gabriela Culcay, del Distrito de Salud de Quero, manifestó que “la capacidad resolutiva es nula en las dos principales casas de salud de la provincia, tanto en hospitalización y más aún en terapia intensiva. Así se revela en las diferentes reuniones de las mesas técnicas de salud en Tungurahua”.
En redes sociales se observan decenas de testimonios a través de fotos o vídeos, sobre las personas que no pueden acceder a los servicios de salud en Ambato y en el resto del país, sobre todo en la Sierra. Los pacientes enfermos deben hacer largas filas en los exteriores de las casas de salud para ser atendidos; si logran ingresar, no siempre son atendidos en las mejores condiciones, ya que muchos reciben oxígeno en los pasillos o en sitios improvisados de los hospitales.
Incremento de contagios en la provincia de Tungurahua
En marzo habían apenas 9 casos; pasando a 161 en abril; 307 en mayo; 545 en junio y 678 en julio. Hasta el 22 de julio habían 1.767 casos positivos de Covid-19 en Tungurahua. Estas cifras, expuestas por el COE Nacional, hablan de un rápido incremento en el número de casos en la provincia.
Ante esta situación, el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, señaló que en Quito y la provincia de Pichincha hay una situación crítica así como en otras ciudades del país, como Latacunga, Riobamba, Cuenca, Ambato, entre otras, por la ola de expansión del virus.
“Estamos en la mitad de la pandemia o en un punto en el que no sabemos cuándo va a bajar”, dijo Zevallos en una sesión virtual de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional.
Decesos generales en Tungurahua
Respecto al número de decesos, el Registro Civil señala que en marzo se registraron 220 fallecimientos por diversas causas; en abril 275; en mayo 372 decesos; en junio 475 y hasta el 20 de julio se registraron 352 fallecimientos por varias causas. Es notorio el incremento de decesos por causas generales en los meses que ha durado la pandemia del nuevo coronavirus.
Cementerios casi llenos
En diferentes parroquias de Ambato, los cementerios ya casi no cuentan con espacio para colocar a los féretros de los fallecidos por cualquier tipo de causa. Algunos camposantos están con maleza, infraestructura dañada y problemas de inseguridad. De acuerdo a vecinos de los cementerios, hay preocupación porque extraños ingresan a estos sitios, ya que no poseen cerramiento.
Según información recogida por Diario La Hora, en Picaihua durante la emergencia sanitaria han muerto más de 150 personas por diversas razones. Según el morador Miguel Sailema, “hay personas que ya no pueden ingresar al cementerio y les toca estar buscando donde enterrar a sus muertos, esto es denigrante, porque aparte del dolor de perder un ser querido estar buscando dónde enterrarlo, es terrible”, señaló.
En Santa Rosa la situación es parecida. Según Paúl Tisalema, trataron de sepultar a un familiar en el cementerio del centro parroquial, pero fue imposible, por lo que la enterraron en un camposanto lejos de la parroquia. “En una comunidad alejada de la zona urbana quedó sepultada cuando todos los familiares se encuentran en el centro”, manifestó.
De acuerdo a la Diócesis de Ambato, varios cementerios son administrados por la entidad, mientras que otros están a cargo del Municipio de Ambato. Sin embargo, no existe una base de datos consolidada en la que se refleje la realidad de los camposantos. Por su lado, el Municipio señaló que cementerios como el de La Merced y de Picaihua no tienen más espacios, excepto los que son de propiedad privada. El GAD de Ambato manifestó que está previsto construir 300 nichos en el cementerio de Pishilata.
Situación en otras provincias
Hasta el 22 de julio se reportaron 1.167 casos en Chimborazo. Riobamba lidera el conteo con 794 casos según cifras oficiales. Le sigue el cantón Guano con 82 y Colta con 80. El resto de la provincia tiene menos de 60 casos. Han habido 194 fallecidos por esa causa.
En Cotopaxi el panorama es similar. La provincia tiene 1.785 casos confirmados por Covid-19, en tanto que registra 160 decesos por esa causa. Por su lado, Bolívar tiene 1.027 casos registrados de coronavirus.
Un país a la deriva
De esta manera, la provincia de Tungurahua y el Ecuador entero están desprotegidos ante un Estado ausente, ineficiente y que ha desinvertido en sectores estratégicos como la salud pública. Si alguien se enferma con síntomas graves, tiene muy pocas posibilidades de ser atendido en la red de salud pública debido al virtual colapso del sistema sanitario ecuatoriano. Por esta razón, es deber de cada ciudadano cuidarse y extremar precauciones ante un enemigo invisible como lo es el Covid-19 y ante otro más visible, como es un Estado al que no le importa cuidar el bien más preciado: la vida.