En la Sierra Centro, la mortalidad por el Covid-19 ha afectado principalmente a Chimborazo. Provincias como Tungurahua y Cotopaxi también registran fallecidos, pero no en la misma proporción que la primera. Varios factores explicarían la alta mortalidad.
En Chimborazo, el número de fallecidos confirmados y probables por Covid-19 está en alrededor de 300 personas. Mientras que los contagiados se acercan a los 1 700. Esto equivale a una tasa de letalidad del 13,5%, si solo se cuentan las muertes confirmadas, pero sube a 16,9% si se contabilizan los probables.
Defunciones en la Sierra Centro (enero a julio)
Tungurahua
Entre enero y julio de 2019 hubo 1 619 defunciones en Tungurahua, mientras que en el mismo periodo de 2020 hubo 2 455, existiendo una diferencia de 836 muertes inusuales más respecto al año anterior.
Chimborazo
Entre enero y julio de 2019 hubo 1 363 defunciones en esa provincia, mientras que en ese periodo del 2020 hubo 1 924 fallecidos. Existe una diferencia de 561 fallecidos suplementarios en un año.
Cotopaxi
Entre enero y julio de 2019 hubo 1 079 defunciones en Cotopaxi. Entre los mismos meses de 2020 hubo 1 396. La diferencia es de 317 fallecidos adicionales.
¿Por qué la alta mortalidad?
De acuerdo a información de El Comercio, estos porcentajes se calculan con base en el número acumulado de pacientes positivos, hasta el 11 de agosto y, este registro depende de la cantidad de pruebas de laboratorio que se realicen en cada lugar. “Chimborazo es una de las provincias con mayor cantidad de población pobre. La gente que se contagia en las zonas rurales no acude a los hospitales sino hasta cuando ya es muy tarde”, alerta Jenny Buñay, médica voluntaria.
Otro de los factores se debe a la falta de espacios en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los dos hospitales de referencia de Chimborazo. Ante la alta demanda, no todos pueden ser atendidos. Los pacientes de los 10 cantones de la provincia que necesitan hospitalización deben ser trasladados a ambos hospitales, situados en Riobamba.
“Los pacientes requieren de un respirador mecánico y tienen que esperar a que un paciente muera o sea dado de alta”, según Buñay. Según El Comercio, el número de muertos en la provincia en función de la población es 54 por cada 100 000 habitantes, tomando en cuenta a fallecidos confirmados y probables con el virus. Esto lo ubica en el promedio nacional.
Cifras distorsionadas
Para Marcelo Nicolalde, epidemiólogo especialista, las cifras en base a las cuales se hizo el cálculo de la letalidad no se ajustan a la realidad de contagios en la región y reflejan un error técnico. “Las cifras del MSP no se acercan al verdadero número de contagios, solo muestran el número de pruebas que se aplicaron, por eso la letalidad parece ser tan alta”.
Según el mismo medio de comunicación, el Municipio de Riobamba hizo un estudio para analizar la seroprevalencia del virus en ese cantón. Se visitaron 440 hogares y se determinó que el 12,2% de la población se contagió y que la tasa de letalidad fue del 1%. Entre marzo y julio, Chimborazo tuvo 1 521 defunciones por todas las causas, mientras que en el mismo período del 2019 fueron 993, por lo que son 528 muertes inusuales. Esta información sería superior a la que maneja el MSP.
Situación en Cotopaxi y Tungurahua
La mortalidad en Cotopaxi y Tungurahua es menor a la de Chimborazo. La tasa, con fallecidos confirmados y sospechosos, es de 8,9% en Cotopaxi y 11,6% en Tungurahua. Si se omite a los probables fallecidos por Covid-19, ambas tasas bajan al 7%.
Según Patricio Mayorga, presidente del Colegio de Médicos de Tungurahua, hay tres factores que influyen en el crecimiento de la letalidad en las dos provincias. “El primero es que la región central se caracteriza por las ferias que atraen a la población flotante. En Ambato, por ejemplo, llegan comerciantes de todo el país los lunes, miércoles, viernes y domingos al Mercado Mayorista, que concentra a más de 18 000 personas en cada feria. El segundo factor es que se aplicaron 2 380 pruebas PCR, cantidad insuficiente para una población de 580 000 habitantes. El tercero es no haber fortalecido la atención primaria, establecer vigilancia epidemiológica, determinar casos asintomáticos y hacer los cercos epidemiológicos efectivos”, explicó Mayorga.
Hasta el 11 de agosto, Cotopaxi y Tungurahua tienen una tasa de mortalidad menor al promedio nacional, por cada 100 000 habitantes, tomando en cuenta a los fallecidos confirmados y probables por Covid-19.
Autoridades deben contrastar las cifras
El Ministerio de Salud Pública (MSP), junto con las autoridades locales regionales deben hacer estudios serios de las causas por las que la mortalidad ha aumentado entre 2019 y 2020. Es fundamental contrastar las cifras que da el MSP, los municipios, prefecturas, universidades, investigadores independientes y demás actores de la pandemia. El Gobierno Nacional debería homologar las cifras y revisarlas con detenimiento, una vez que Ecuador ha superado el umbral de los 101.000 contagiados, según el MSP. Muchos critican estas cifras y mencionan que están subdimensionadas.