Con el objetivo de conservar la fauna silvestre en Tungurahua, se firmó un Convenio de Cooperación Interinstitucional en el marco del lanzamiento oficial de “Minga por el Planeta”. Este acto tuvo lugar el viernes 5 de marzo de 2021.
Para la firma del convenio asistió el Prefecto de Tungurahua, Dr. Manuel Caizabanda, así como el Ab. Christian Tamayo, Director Zonal 3 del Ministerio del Ambiente y Agua (MAAE). Este convenio busca comprometer a las entidades en la gestión para la conservación de la fauna silvestre en Tungurahua, mediante la cooperación técnica y operativa.
También se prevé promover la participación de los actores locales para que se involucren en el proceso, ampliando así el marco de conservación que incluye la reforestación, la restauración ecológica y el cuidado de la fauna, que incluye la prevención del conflicto gente – fauna, propuestas dentro de la “Minga por el Planeta”. Con este compromiso entre ambas instituciones se aspira lograr un manejo integral de los ecosistemas de la provincia.
Según el Ing. Diego Cisneros, Director de Gestión y Calidad Ambiental del Gobierno Provincial, la firma de este convenio es de vital importancia, ya que se constituye en el primer paso para la integración de flora, fauna y gente en la planificación y desarrollo de la provincia, promoviendo la resiliencia a través de la implementación de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, sin dejar de lado la soberanía de las comunidades y validando su rol como ente activo de cambio.
Importancia de la conservación ambiental
Tungurahua, al igual que el resto de las provincias del Ecuador, posee diversos ecosistemas en su territorio, conformado por páramos, bosques andinos, nublados, húmedos y secos, entre los principales. Asimismo, alberga a áreas protegidas como el Parque Nacional Llanganates y Sangay, entre los principales.
Es por ello que es fundamental promover la conservación de estas áreas naturales, protegidas y no protegidas por el Estado, que, en el caso de los páramos y bosques húmedos y nublados, se constituyen en fuentes de agua. Asimismo, son el hábitat de cientos de especies animales y vegetales, parte del patrimonio natural del Ecuador.
Hay que prestar especial atención al conflicto gente – fauna, que es cuando los seres humanos se enfrentan a especies como el Oso de Anteojos (Oso Andino), en zonas donde la frontera agropecuaria se ha extendido hacia hábitats que eran de especies animales protegidas, como el caso de este oso.
Es fundamental crear campañas de educación ambiental en las que se fomente el cuidado del ambiente y las especies animales y vegetales. Los humanos debemos comprender que somos nosotros quienes invadimos los espacios de los animales y no a la inversa. Proteger el ambiente es tarea de todos.