El Terminal sur de Ambato, se inauguró el 4 de febrero del 2021, tiene una inversión de 12,5 millones de dólares en la construcción, equipamiento y automatización en los 12. 000 metros cuadrados de construcción, consta de 20 locales comerciales, 44 boleterías, una capilla de oración, 5 islas y un patio de comidas para 300 personas.
Todas estas bondades proyectaban al Terminal Sur como un polo de desarrollo para la ciudad y provincia, sin embargo, cuando sólo se diseña y construye una obra física, descuidando su operación administrativa, la obra queda como un gran elefante blanco y, eso lo afirman conductores, comerciantes y demás personal que labora en este lugar, pues la presencia de usuarios es mínima, esto debido a que hay un incumplimiento en la ordenanza de la Terminal Terrestre, que establece que el 60% de las frecuencias de transporte deben estar en este lugar y el 40% en la Terminal de Ingahurco.
Ante estos problemas, los comerciantes decidieron cerrar sus locales como una protesta simbólica, exigiendo la exoneración o rebaja en los arriendos por los que deben pagar entre 730 y 2 mil dólares.
Esta problemática se da por la falta de estudios de factibilidad y promoción de este espacio aseguró María José López, concejal de Ambato, durante una entrevista en un medio local. Así mismo, indicó que “como concejales no podemos presentar un proyecto para reactivar este sector pues es competencia neta del alcalde de la ciudad”, el cual ya realizó el ofrecimiento para trabajar en conjunto con los comerciantes y arrendatarios, sin embargo las reuniones no se han dado.
