Quisapincha, Ambatillo, Unamuncho, Cunchibamba y Santa Rosa, son algunas parroquias donde las familias aún ocupan estos sistemas, que se construyen debajo de la superficie, en viviendas que no cuentan con alcantarillado.
Paúl Acurio, director de Operación y Mantenimiento de Emapa, indica que existe un 40% de zonas rurales sin el sistema de alcantarillado, por lo que varias familias deben construir y utilizar pozos sépticos, mismo que tendrían una profundidad de 3 metros y una vida útil de hasta 7 años.
Asimismo, indicó que la Emapa puede dar el servicio con un succionador para la limpieza, previo a una inspección de factibilidad, sin embargo, tiene un costo de 120 dólares y depende del acceso que tenga el lugar, aunque en su mayoría no lo realizan.
Esta práctica trae consigo varias problemáticas en la salud y el ambiente. Pues quienes no tienen espacios para la caída de las aguas servidas, utilizan las quebradas, provocando contaminación ambiental. En cuanto ala salud, las afecciones respiratorias e intestinales pueden afectar principalmente a niños, adultos mayores y embarazadas.
