Más de 320 internos han muerto en amotinamientos solo este año, en una crisis sin precedentes que transformó a Ecuador en un teatro de crueldad donde se han cometido las peores masacres carcelarias de Latinoamérica.
Según la Revista Vistazo, Ecuador cuenta con 65 prisiones para 30.000 reclusos, pero la población carcelaria ronda los 39.000 presos, un 30% más de su capacidad. En la penitenciaria Guayas 1, donde se dio la masacre, hay 8.500 internos y una sobrepoblación del 60%.
Esta sobrepoblación, sumada a la disputa de poderes y la corrupción carcelaria, desataron una nueva masacre en la Penitenciaria del Litoral, donde hasta ayer las autoridades del SNAI confirmaban el deceso de 68 reos, de los cuales, 46 quedaron completos y otros 22 mutilados e incinerados.
Huelga de hambre en otras cárceles
Tras estos acontecimientos, las personas privadas de libertad de siete cárceles del país se han declarado en huelga de hambre hasta que las autoridades precautelen la vida de los internos. Los reos que se unieron a esta medida que llamaron de solidaridad ante la ola de muertes, son: Cuenca, Riobamba, Cotopaxi, Santo Domingo, Machala, Esmeraldas y Ambato.
El último amotinamiento en el Centro de Rehabilitación Social de Ambato fue en abril del 2020, por la falta de atención a reos contagiados con Covid-19 y en donde se registraron 2 personas heridas. Este centro se une a la huelga de hambre como rechazo a las muertes violentas y masacres suscitadas en la Penitenciaria del Litoral.
Reacciones del legislativo
Varios asambleístas, denunciaron la inoperancia de las autoridades para evitar estos hechos, pues según los familiares de los fallecidos, se advirtió este hecho desde el jueves 11, donde enviaron hasta una transmisión en vivo mediante Facebook; sin embargo, las autoridades de justicia no tomaron acciones para prevenirla.
