Uno de los mayores obstáculos para el desarrollo urbano de Ambato es el Plan de Uso y Gestión de Suelo, PUGS 2033, aprobado por el Concejo municipal junto con el Plan de Ordenamiento Territorial 2050.
El PUGS 2033 ha establecido absurdos límites para el crecimiento en altura en zonas de alto valor del metro cuadrado, encareciendo los precios del metro cuadrado de construcción. Y no sólo eso. También ha utilizado el pretexto de los jardines y las áreas verdes para limitar la construcción de parqueaderos exteriores en edificaciones.
Aparecen en el PUGS nuevas zonas de riesgo dentro de las cuales las edificaciones existentes no deberían aparecer siquiera en los catastros, como si no fuera técnicamente posible la construcción de edificaciones junto a quebradas y canales de desfogue. En la llamada avenida Rompe Corazones el PUGS ha provocado una preocupante inseguridad jurídica entre quienes tienen propiedades allí.
En la zona rural la situación es más crítica, con cambios inconsultos de áreas mínimas y zonas de expansión urbana.
No deben los concejales esperar que sean los ciudadanos los que impulsen los cambios al PUGS. Ellos deben provocar los cambios para garantizar que Ambato tenga un crecimiento urbano sostenido, al igual que la propia administración municipal, que ya debería haber identificado los puntos críticos del PUGS.
Fuente: El Heraldo
