Varios autos con parlantes se estacionan en lugares no autorizados para ofrecer sus productos, ocasionado malestar en los ciudadanos que a diario realizan sus actividades profesionales en el sector.
Esquinas, parqueadero públicos, semáforos e intersecciones viales son mal utilizadas por estos ciudadanos que no respetan la normativa vigente para la comercialización de productos, sumándose al gran conflicto de informalidad existente en la ciudad.
El exceso de ruido, además de causar malestar en los edificios aledaños, también infiere en el desarrollo de varias actividades y atención profesional que requiere quietud y espacios libres de ruido.
A diario, se observan en las calles céntricas de Ambato, el desorden y la falta de control de los agentes municipales y de tránsito, ante esta mala práctica ciudadana que se ha apoderado de la tranquilidad de los ambateños.