Por: Martín Sevilla Holguín
A través de su simple y efectiva forma de escribir, Haruki Murakami ha logrado cautivar a miles de lectores de occidente, otorgando a muchos su primer contacto con la cultura japonesa. Con un particular estilo de realismo mágico, llena a sus novelas de atmósferas plasmadas de melancolía, nostalgia y soledad. Con su obra más popular, “Norwegian Wood”(referencia a la canción de los Beatles), Murakami deja en claro el importante rol de la música en crear dichas atmósferas y su relevancia en el proceso creativo. Sus libros están llenos de referencias a sus canciones favoritas, que usa para contextualizar la historia y destacar cómo se sienten sus personajes. En sus propias palabras:“Para escribir, siempre he sido consciente del ritmo, la armonía y la improvisación”. Como sus artistas de Jazz favoritos, Murakami improvisa y va componiendo sus historias meticulosamente, partiendo de una idea general de los personajes y la trama, que van tomando forma poco a poco, mientras encuentra la melodía correcta.
Pero la música no es el único elemento de inspiración que define a Murakami. El escritor de 74 años atribuye su talento a la rutina diaria que adopta con cada nuevo proyecto. Se despierta a las 4 a.m., escribe por seis horas, luego corre seis millas (aproximadamente 10 kilómetros) y pasa la tarde entera leyendo mientras escucha música. Murakami cree que escribir y correr son actividades solitarias e introspectivas que tienen mucho en común. Asegura que no necesitamos talento para llevarlas a cabo, solo debemos ser disciplinados y estar dispuestos a trabajar duro para superarnos cada día. Al igual que con la música, podemos encontrar este sentido de responsabilidad y dirección plasmado en sus obras. Ya sea como parte de la trama, con la inquebrantable voluntad de un personaje en búsqueda de algo perdido, o en su manera de escribir, donde el lenguaje tan acertado y claro evidencia el resultado de meses de minucioso trabajo. Es por este tipo de especiales detalles personales, que Murakami es una figura tan única entre los autores contemporáneos, que ha logrado ganarse el corazón de sus lectores y de paso, recomendarles unas cuantas canciones.
Tomado de: El Heraldo
