Por: Martín Sevilla Holguín
“Todo en todas partes al mismo tiempo” fue ganadora al premio de “Mejor Película” en la 95ª edición de los Oscar. A simple vista, podríamos tacharla de una colorida y extraña película de ciencia ficción, pero en realidad es una obra que utiliza la comedia, la acción y el concepto del multiverso para contar una historia familiar y profundamente filosófica. Su instrumento narrativo es el concepto del multiverso, que propone que existen infinitos mundos en los que versiones alternas de nosotros mismos, viven vidas completamente distintas, resultado de haber actuado o decidido diferente. Evelyn, el personaje principal de la cinta, vive una vida ajetreada en la que todo parece haberle salido mal, su matrimonio, la relación con su hija y el sinfín de sueños que nunca pudo cumplir.
Pero cuando Evelyn gana acceso al multiverso, se presenta ante ella un eterno repertorio de versiones de sí misma con mucho más éxito, talento, dinero y felicidad de lo que jamás se pudo haber imaginado. Pero al poner en perspectiva tu existencia dentro de un infinito cosmos de mejores e inalcanzables posibilidades, presenta un vacío desesperanzador para Evelyn. Frente a este abismo, en el que todo parece absurdo, la película pinta magistralmente dos puntos de vista filosóficos que buscan darle respuesta al existencialismo: el nihilismo y el absurdísimo. La diferencia entre ambas es esencialmente la forma en la que decidimos afrontar la realización de que “nada importa”. Mientras el nihilismo propone una respuesta pesimista y desesperanzadora, el absurdísimo busca una mejor salida, la de seguir adelante sin rendirnos y ser virtuosos, aún más cuando nos sintamos insignificantes, dándole así nuestro propio sentido a la vida.
A través de personajes profundos, efectos visuales de primera y una trama emocionalmente cargada que gira alrededor de la familia, la película nos deja un resonante mensaje que te sigue aún días después de haberla visto. El concepto del multiverso es tan familiar como aterrador. Cuántas veces no nos habremos imaginado como habrían sido nuestras vidas si hubiéramos hecho algo diferente en algún punto. Pero la película nos recuerda que aún en un infinito universo de fantásticas alternativas, muchas veces lo que tanto buscamos está en realidad más cerca de lo que nos imaginamos, solo que aún no nos damos cuenta.
Fuente: El Heraldo
