Cansados de la delincuencia y de los vacunadores, los ciudadanos de Huambaló decidieron hacer justicia por mano propia y, luego de haber aprehendido al delincuente, procedieron a expresar su indignación prendiéndolo fuego. Si bien es el reprochable que se adopte una decisión tan extrema, sin un juicio previo, con los estándares de la legislación procesal penal ecuatoriana, lo ocurrido en Huambaló plantea interrogantes sobre la falta de eficacia en el trabajo policial y en el trabajo judicial. Es lamentable lo ocurrido porque no existe una proporcionalidad entre lo sucedido y la acción presuntamente delictiva. Expresa, eso sí, la indignación de la gente ante tanta delincuencia.
