Por: Álvaro E. Sánchez Solís
En Ecuador y en Ambato, poco se ha desarrollado en cuanto a la literatura de ciencia ficción. «Vi el fin del mundo», la primera novela de este género publicada por el prestigioso educador ambateño Épsilon Meléndez Romo, viene a romper esa línea de silencio que ha mantenido el centro del país en esta rama de la literatura.
«Vi el fin del mundo» es una obra que con su gran narrativa cautiva a todos sus lectores. La historia se desarrolla en un Quito futurista del 2050, con personajes conocidos y cercanos al escritor, ya que incluye a su familia como parte de quienes intervienen en la trama. La historia envuelve a Épsilon, un profesor universitario cuyos servicios son requeridos para contener una amenaza extraterrestre. La trama incorpora elementos futuristas que no parecen forzados. La construcción del escenario futurista es magistral, combinando maravillosamente las características de la privilegiada geografía ecuatoriana.
Lo curioso de esta novela es que no fue escrita recientemente. Esta obra nació hace varias décadas atrás y, en sus páginas, se puede leer la visión que Épsilon tenía del futuro y cómo algunas cosas que mencionó se han hecho realidad con el paso del tiempo, por ejemplo, las clases y reuniones por vía telemática. Esto nos demuestra que «Vi el fin del mundo», además de ser una intrigante novela, nos proporciona elementos para vislumbrar cómo la gente veía el futuro hace varias décadas.
Este libro, sin duda, destacará en la literatura ecuatoriana y ambateña como la primera obra que retrata, con profundo amor por el género de la ciencia ficción, un futuro lleno de robots, alienígenas y tramas interesantísimas que se desarrollan en el Ecuador. Esta obra sigue la línea marcada por los pocos, pero grandes autores del género en nuestro país, como el guayaquileño Fernando Naranjo, o los quiteños Santiago Páez y Ney Yépez. Es un orgullo para nuestra ciudad contar con un ambateño ejemplar como Épsilon en esa lista. Recomiendo adquirir esta obra y leerla.