Por: Martin Sevilla Holguín
Existe un recurso literario muy conocido dentro del género del misterio, específicamente en las historias donde se busca enfatizar el sentimiento de intriga y suspenso. El “Testigo Ciego” es un arquetipo muy recurrente, especialmente en los dramas legales, cuando existe un personaje que estuvo presente en la “escena del crimen” pero que, por una u otra razón, le fue imposible detectar al culpable. Anatomía de una caída es una de las películas que están nominadas a los premios Oscar este año y es sin duda, una de las narrativas en las que mejor se utiliza al elemento del Testigo Ciego, explorando de forma realista y profunda las últimas consecuencias de un escenario así.
Un día, al regresar de una caminata junto a su perro guía “Soop”, Daniel Maleski encuentra el cadáver de su padre frente a su casa. Hay muchos elementos dudosos en la escena y hay mucha ambigüedad sobre la caída, pues no hay nada concreto que nos confirme si se trató de un accidente, un suicidio o si tal vez alguien habría empujado al hombre. Evidentemente, la mayor sospecha cae en la esposa del fallecido, Sandra Voyter, una exitosa autora a la que seguimos durante la cinta, conociéndola poco a poco mientras defiende su inocencia. En un juicio emocionalmente cargado, que suelta poco a poco nuevas evidencias e hipótesis, exploramos los matices más íntimos de Sandra, su familia y la especial relación que todos tienen con el arte. Tanto los libros de Sandra, la música de Daniel y las aspiraciones artísticas del difunto esposo, guardan un estrecho vínculo con la personalidad de cada uno, sus aspiraciones, carácter y posiblemente, elementos inconscientes que podrían revelar mucho más sobre cada uno de ellos.
Daniel, el testigo clave en el caso, es un niño con una discapacidad visual, pero el no es el único, pues creo que el logro más importante de la película es que logra convertir a la audiencia también en “testigos ciegos”. La estructura de la cinta nos pone perfectamente en la misma posición de Daniel, estuvimos muy cerca del lugar donde todo pasó, pero es imposible que tengamos certeza de la verdad. Nos da el tiempo suficiente para que nos convenzamos de algo antes de darle la vuelta por completo con nuevas pistas, utilizando una narración en la que no podemos confiar por completo. Anatomía de una caída es definitivamente el tipo de película que desatará mucha discusión y especulación, es una narrativa tan bien construida y lo suficientemente ambigua, que cada persona tendrá una interpretación diferente de lo que realmente sucedió.
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