Túnicas y banderas negras protagonizan la ceremonia del Arrastre de Caudas. Este ritual perdura en Quito hace 400 años. La Catedral Metropolitana fue el escenario donde se recibieron a los fieles católicos y turistas nacionales e internacionales.
La actividad fue gratuita y al templo solo accedieron 700 personas, lo que es el aforo permitido. Esta ceremonia es una tradición católica de Semana Santa que perdura en la capital ecuatoriana. Antes se mantenía en Sevilla, España y en Lima, Perú.
Ceremonia y significados
Los sacerdotes visten “caudas”, que son capas negras largas con capucha que cubren sus rostros casi por completo. La procesión incluye a un Arzobisco u Obispo que agita la gran bandera negra con cruz roja.
La primera parte del ritual incluye cánticos, salmos y oraciones. Luego ingresan los religiosos portando las túnicas negras de luto. También participan seminaristas con cirios para alumbrar el camino y un acólito que custodia la cauda.
En medio de estos un sacerdote batirá la bandera en tres ocasiones: por encima del altar, de los sacerdotes y de los presentes.
Al final el arzobispo llevará la “Lignum crusis” o verdadera cruz. Esta tiene ese nombre porque en su interior tiene una de las astillas del madero donde fue crucificado Jesús.
Para terminar el ritual el arzobispo golpea el suelo con el asta de la bandera para que los sacerdotes se levanten sin la capa negra. Esto simboliza el triunfo de Jesucristo sobre los pecados del mundo.
