Por: Álvaro E. Sánchez Solís
Hace unos pocos días, empecé a leer uno de esos libros que es fundamental en todas las listas de “Leer antes de tus 30 años” y que han moldeado las mentes de los personajes más grandes de la historia universal. Este libro, denominado Meditaciones, fue concebido inicialmente como el cuaderno de anotaciones del gran filósofo Marco Aurelio para recordarse a sí mismo varias ideas estoicas.
El filósofo, sin proponérselo así, delineó con profunda genialidad los grandes pilares del pensamiento estoico. La grandeza de estas ideas, como las de otros filósofos que conocemos hoy en día, es que son atemporales; es decir, soportan, sin tambalearse, el paso de los siglos. Son ideas inmortales.
Decir que Marco Aurelio me ha cambiado la vida es poco. Lo que más me ha impactado son aquellas ideas sobre que el único control que tenemos es sobre nosotros mismos, por lo que debemos procurar una conducta ética, alejada del chisme y comprometida con nuestros propios deberes cívicos. Generalmente, mi comportamiento iba encaminado a tratar de organizar, sin éxito, las situaciones que me rodean, sin prever que no tengo control alguno sobre el proceder de otras personas.
Otra idea que acepté, aunque con cierta resistencia, es la fugacidad de la vida y lo subjetivo que es ese “recuerdo” que solemos confundir con inmortalidad. Marco Aurelio es tajante en este tema, expresando que debemos aceptar la muerte sin esa constante ansiedad de que persista cierta “trascendencia”, sabiendo que todos los que nos conocen ahora y que guardarán nuestro recuerdo también morirán.
Yo suelo ser un lector rebelde; no me gusta leer lo que otros me dicen que lea. No obstante, en este caso, cedí ante la abrumadora cantidad de recomendaciones relacionadas con este libro. No me arrepiento y, de hecho, recomiendo a usted, querido lector, que adquiera este texto (que además no es caro) y cambie su vida con el estoicismo.
Contacto: alvaro.sanchez2012@gmail.com
