Por: Álvaro E. Sánchez Solís
Hoy, en el Pleno de la Asamblea Nacional, se decidirá el destino de una de las ministras que mayor exposición ha tenido en este gobierno: Mónica Palencia Núñez. Desde el inicio, Palencia se puso al frente de dos instituciones con grandes retos: el Ministerio de Gobierno y el Ministerio del Interior. Actualmente, ejerce únicamente la titularidad del Ministerio del Interior, donde ha logrado importantes resultados en la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico, con las cifras de homicidios a la baja.
Sin embargo, hay algo que la Ministra Palencia hizo que tocó las fibras más profundas de la oposición, especialmente del correísmo: haber detenido a Jorge Glas antes de que éste se fugara a México para eludir el cumplimiento de las condenas penales que pesan sobre él.
Este fue el detonante para que la Revolución Ciudadana iniciara un juicio político en contra de ella, y bancadas como las de Construye se hayan unido para obstruir, juntos, la lucha contra el crimen organizado. Asambleístas aliadas al correísmo, como Ana Galarza, han aprovechado sus espacios en medios de comunicación para despotricar en contra de la Ministra Palencia y el efectivo trabajo que ha realizado por la seguridad nacional, además de quejarse por la incursión de la Policía en la Embajada mexicana para apresar a Glas.
Palencia, junto a otros miembros del Gobierno de Noboa, decidieron no ceder ante la impunidad y tomar decisiones radicales que han incomodado al establishment del poder político y legislativo. Esto podría costarle la permanencia de una de las ministras más relevantes del Gobierno y que más ha trabajado a favor de los ciudadanos.
Mañana, el país estará pendiente de lo que suceda en el Legislativo. Mañana se verá si los asambleístas están con el país o con la mafia.