La tarde del 4 de noviembre la Policía Nacional confirmó el hallazgo del vehículo del sacerdote Enrique Arcos, quien un día antes fue encontrado muerto y con signos de violencia en el cantón Salcedo, en Cotopaxi.
El vehículo estaba completamente incinerado y abandonado en un camino de tercer orden en la vía a la parroquia Lloa, al sur de Quito.
Los peritos de Criminalística llegaron al lugar del hallazgo del automóvil, donde recopilaron evidencias que puedan ayudar a esclarecer el crimen y localizar a los responsables.
El vehículo, un KIA rojo de placa TKB-4069, fue trasladado a los patios de la Policía para continuar con las investigaciones. Las autoridades han prometido mantener informada a la comunidad sobre los avances del caso, mientras sus familiares ya reclaman por justicia.
Monseñor Giovanny Pazmiño, de la Diócesis de Ambato, hizo llegar su nota de pesar a la familia, al igual que toda la comunidad católica del país.