“Parusía”, la segunda venida de Cristo, Misa Dominical

-

Ya acercándonos al final del Año Litúrgico, el cual suele terminar en el mes de Noviembre de cada año, este último Domingo del Ciclo “B”, ciclo que concluye la próxima semana con la Fiesta de Cristo Rey, las Lecturas nos invitan a reflexionar sobre la Parusía.

“Parusía” es una palabra que intriga -cuando no se conoce su significado-  y que tal vez asusta cuando sí se conoce.

En efecto, en su sentido estricto, “Parusía” significa la segunda venida de Cristo.  Y eso asusta.  Pero, si lo pensamos bien, no tendría que asustar, porque estamos hablando de la culminación de la salvación.

¿Pero por qué hablamos de culminación de la salvación?  ¿Ya Cristo no nos salvó?  Es que la salvación fue efectuada ya por Cristo, pero será completada plenamente con su segunda venida en gloria, cuando venga a establecer su reinado definitivo, cuando como nos dice San Pablo en la Segunda Lectura, “sus enemigos sean puestos bajo sus pies” (Hb. 10, 11-14.18).

De allí que no haya que temer, porque la Parusía será el momento de nuestra salvación definitiva.  Será, además, el momento más espectacular y más importante de la historia de la humanidad: ¡Cristo viniendo en la plenitud de su gloria, de su poder, de su divinidad!  Si hace dos mil años Cristo vino como un ser humano cualquiera, en su segunda venida lo veremos tal cual es, “cara a cara” (1 Cor. 13, 12).

Será el momento de nuestra definitiva liberación: nuestros cuerpos reunidos con nuestras almas.  De eso se trata precisamente la resurrección prometida para ese momento final.

Otro tema que toca el Señor en el Evangelio es el momento en que esto sucederá.  Y a pesar de que el momento no es lo más importante, pues siempre tenemos que estar preparados, como bien nos indica Jesús con varias parábolas, sí nos da el Señor en este Evangelio algún indicio: “Entiendan esto con el ejemplo de la higuera.  Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, ustedes saben que el verano está cerca.  Así también, cuando vean ustedes que suceden estas cosas, sepan que el fin ya está cerca, ya está a la puerta”.

En ese momento seremos resucitados y reunidos todos: unos resucitarán para una vida de felicidad eterna en el Cielo y otros para una vida de condenación eterna en el Infierno.  En ese momento grandioso, inimaginable, esplendoroso, tal vez el momento más espectacular y más importante de toda la historia humana, habrá “cielos nuevos y tierra nueva” para los salvados.  Será el Reinado definitivo de Cristo (cfr. Ap. 21 y 1 Pe. 3, 10-13).

Con esta esperanza se comprende cómo -desde el comienzo de la Iglesia hasta nuestros días- los cristianos, deseosos de volver a ver el rostro glorioso de Cristo, han esperado siempre la Parusía y hasta han creído sentirla muy próxima en algunos momentos de la historia de la humanidad.  De allí que con el deseo de ese momento toda la Iglesia ore con las palabras finales de la Biblia: “Ven, Señor Jesús” (Ap. 22, 20).

Share this article

Recent posts

Popular categories

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí