Si bien es cierto el estiaje está pasándole factura a Ambato, hay parroquias en las que la falta de agua lleva meses e incluso años, lo que desespera a la población. Uno de los sectores más afectados es Unamuncho, al norte de la ciudad, por lo que sus habitantes inclusive han optado por ‘potabilizar’ el agua de la acequia para poder consumirla.
En grandes garrafones vierten el agua turbia que traen en baldes de un reservorio de agua para regadío. En esa agua amarillenta vierten unas gotas de cloro “para que maten lo microbios”, afirma Juan Carlos Toapanta, morador del sector, además, dice que es necesario que dejar unos dos días para que se “asienten” los sedimentos y poder consumirla, “todos los días estamos luchando por la vida”, sostuvo.
Otros moradores destacan que por la falta del liquido vital deben asumir un gasto extra a lo de las planillas mensuales por obtener agua, pues “rogamos a los tanqueros que vengan a dejarnos algo de agua”. Ese problema se agrava porque han llegado a pagar hasta 40 dólares por un tanquero para proveerse de agua.
El ingeniero químico y ambiental Christian Paredes, destacó en un medio local que la gente debe entender que hervir el agua o ponerle cloro no es suficiente para que esté apta para el consumo humano.
De estas dos medidas cree que el hervirla es lo mejor, y no solo para el consumo, si no para todas las actividades que hagan, a excepción de las descargas del inodoro.
Recordó que, si la apariencia es muy turbia, lo primero que se podría hacer es dejarla reposar para que todos los sedimentos se asienten para luego filtrarla con un paño limpio y ahí sí hervirla, “pero insisto esto debe hacerse sólo en casos de emergencia, lo mejor sería que usen agua embotellada, sobre todo para consumirla sola o cocinar”.