Este 24 de diciembre, da comienzo a la época navideña con la cena de Nochebuena. Es una celebración extendida en casi todos los países del mundo donde las familias se reúnen, se divierten, reflexionan y, en definitiva, pasan un bello momento.
El origen de Nochebuena se remonta a los primeros siglos del cristianismo, cuando los fieles comenzaron a conmemorar el nacimiento de Jesús durante la noche del 24 de diciembre, en referencia al relato bíblico del Evangelio de Lucas. Según las Escrituras, Jesús nació en un humilde pesebre en Belén, iluminado por una estrella que guio a los pastores y a los Reyes Magos hacia el lugar.
Esta celebración fue formalizada en el siglo IV, cuando la Iglesia estableció el 25 de diciembre como la fecha oficial para conmemorar la Navidad, coincidiendo con festividades paganas relacionadas con el solsticio de invierno. Desde entonces, Nochebuena ha adquirido un carácter especial como momento de preparación espiritual y celebración familiar.
Además de su significado religioso, Nochebuena es una oportunidad para reflexionar sobre valores como la solidaridad, la generosidad y el amor. En muchas comunidades, se organizan actividades solidarias, como la entrega de alimentos y regalos a personas en situación de vulnerabilidad, reforzando el espíritu navideño de compartir con los demás.
Los símbolos más importantes de Nochebuena son, entre otras cosas, el Belén de Navidad, el árbol, la flor de Nochebuena, el niño Jesús y Papá Noel.