En la parroquia Baquerizo Moreno, del cantón Píllaro, Tungurahua, se observaron ocho ejemplares de osos andinos (de anteojos). Los osos fueron captados gracias a las cámaras trampa, que se activan por sensores de movimiento.
Estos ejemplares tienen su hábitat en los páramos de esta parroquia, situada entre Píllaro y Patate. En la zona también viven pumas, tigrillos y otros mamíferos andinos. La presencia de estas especies es sinónimo del buen estado de conservación del área, debido a que se encuentra en las inmediaciones del Parque Nacional Llanganates, parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). Este sistema es administrado por el Ministerio del Ambiente y Agua del Ecuador (MAAE).
Lorena Ortiz, técnica de Planificación de Baquerizo Moreno, manifestó en declaraciones para El Comercio, que se continúa en la fase de monitoreo con las cámaras trampa para identificar al oso andino que más se acerca a la zona poblada. “Al mamífero le vamos a colocar un collar para rastrear sus movimientos. Queremos conocer cuáles son las zonas por donde desciende a la zona agrícola y así evitar conflictos con los ganaderos o los agricultores”.
A este tipo de conflicto se lo denomina como “conflicto gente – fauna”, debido a las presiones que ejercen las actividades antrópicas (humanas) a la conservación de la biodiversidad, en este caso del oso andino y otras especies protegidas. El oso de anteojos es endémico de la Cordillera de Los Andes. Es una especie inofensiva, salvo cuando se siente amenazada, como cuando percibe alteraciones en su hábitat.
El biólogo de la fundación Big Mammals, Andrés Laguna, y los guardaparques del MAAE colocaron temporalmente el nombre de “Rayo” a un oso. El mamífero tiene una mancha de color blanca en su frente. “Hemos encontrado un sinnúmero de animales que ratifican que se debe conservar los bosques andinos de Baquerizo Moreno”, dijo Laguna.
En este vídeo de El Comercio, se observa a uno de los ejemplares.
La importancia de preservar su hábitat
Es fundamental comprender la importancia de la conservación de la biodiversidad en Tungurahua y en Ecuador. La presencia de estos ocho osos andinos es motivo de alegría, ya que denota el buen estado de conservación de la zona. Sin embargo, la presencia humana cada vez se acerca más, gracias a la expansión de la frontera agropecuaria, que cada vez se expande más hacia ecosistemas como el páramo, bosques andinos y otros sitios de alta importancia biológica.
Los campesinos, agricultores y ganaderos deben comprender que son ellos, al cambiar el uso de suelo, a través de la deforestación, afectan a la conectividad del hábitat de los osos andinos. Asimismo, la apertura de carreteras y la extracción de recursos minerales o forestales, complica la supervivencia de esta y otras especies de animales y plantas.
Educar para conservar
Es fundamental que las autoridades provinciales del MAAE, así como del Municipio de Píllaro y del Gobierno Provincial de Tungurahua, capaciten en temas de educación ambiental y conservación, para que los pobladores del sector rural, eviten cualquier tipo de agresión a los osos andinos y otras especies.
Es imperativo comprender que el ser humano es el que invade los espacios de los osos andinos y no a la inversa. De ahí surge la importancia de trabajar en la prevención del conflicto gente – fauna.