A pesar de que existió una paralización absoluta y un confinamiento total el fin de semana, la informalidad y las aglomeraciones se hicieron nuevamente presentes en el centro de la urbe ambateña, este fenómeno, vuelve obsoletas las medidas tomadas por el Gobierno para mitigar el incremento de contagios de covid-19.
Según la disposición del Gobierno Nacional el estado de excepción estará vigente hasta el 20 de mayo del año en curso, lo que implica para los negocios que funcionaban con mayor fuerza los fines de semana, deben conformarse con un servicio a domicilio lo cual representa menores ingresos y no apoya a la recuperación económica de la ciudad y provincia, así lo indico Bolívar Villava, Director Ejecutivo de la Cámara de Industrias de Tungurahua.
Así mismo insistió que varios sectores productivos tales como: textil, comercio, turismo, cuero y calzado, artesanos entre otros se han visto afectados con esta medida ya que su mayor afluencia o repunte en ventas se evidenciaba los fines de semana, pero estas medidas han significado un tremendo retroceso para su economía. Lo más preocupante de esto no es solamente el cierre de negocios sino la desvinculación de personal y desempleo masivo por las bajas ventas.