El presidente Lasso, descartó la opción de la “Muerte Cruzada” y, en su lugar, anunció que podría recurrir a una consulta popular para que sus proyectos sean aprobados por el pueblo, dado que la Asamblea Nacional no los ha aprobado, como ocurrió con la Ley de Inversiones.
La exministra de Gobierno, en su carta de renuncia, le dice al presidente Lasso que deja sus funciones por no compartir con él, la posición de ir a una consulta popular en lugar de la muerte cruzada. Para ella, militante destacada de la democracia popular, la única solución era la muerte cruzada. Lamenta que, en el entorno presidencial, su propuesta de la muerte cruzada haya causado resistencias.
En la publicación Digital 4 Pelagatos, el pelagato José Hernández publicó un comentario bajo el título “¿Lasso ya acordó con el correísmo?”, en el que respalda completamente a la exministra Alexandra Vela y critica ala Gobierno, llegando, inclusive, a decir que el presidente Lasso ha pactado con Correa y con UNES en la Asamblea.
Esta nota del pelagato José Hernández, deja en evidencia que sus críticas e, inclusive, insultos a prominentes políticos del país, obedecía a la estrategia de los grupos vinculados a la democracias popular, que venían impulsando la muerte cruzada, para que el presidente Lasso gobierne solo, por el corto tiempo de 6 meses, con los políticos vinculados a es extinta organización política, la democracia popular, que tantos malos recuerdos tiene para los ecuatorianos, debido a que estuvo en el centro mismo de la debacle bancaria de 1999. El pelagato Hernández hace un análisis crítico del presidente Lasso, con el cinismo propio de los plumíferos especializados en conducir a los gobiernos hacia el caos, para pescar a rio revuelto.
El nuevo ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, de una línea completamente diferente de la democracia popular, a señalado que la muerte cruzada generaría inseguridad jurídica por cuanto no habría inversionista interesado en invertir en Ecuador, mientras no conozca como se integra la nueva Asamblea. Habría que añadir, además, si no sabe si el presidente Lasso va a ser reelegido en una contienda electoral, que, desde ahora, luce muy complicada para el gobierno.
Jiménez, a diferencia de Vela, tiene muy buena relación con asambleístas de todas las bancadas y por ser oriundo de Guayaquil, también tiene en el puerto principal un importante reconocimiento y capacidad de acercamiento a dirigentes de la costa ecuatoriana.
Con Jiménez se espera que el presidente Lasso pueda gobernar, en lugar de estar peleando todo el tiempo con la Asamblea y anunciando la muerte cruzada, como lo ha hecho en los últimos 7 meses, por el influjo de los políticos vinculados a democracia cristiana, que tanto abismo le ayudaron a construir con la Asamblea, con las organizaciones empresariales, sindicales e indígenas, coincidentes al menos en un proyecto de cambio en el país.
La reacción del pelagato José Hernández, es la demostración del camino que este grupo de políticos, que ha controlado el Ejecutivo en los últimos 10 meses, quería llevar al Presidente para provocar un sacudón en el que no importaba la estabilidad institucional sino intereses que tendrán que ser investigados y descubiertos por el nuevo Ministro de Gobierno.
El pelagato Pallares, despistado de los acontecimientos nacionales y parlante del pelagato Hernández, apoya el insulto de Vela al Presidente Lasso, defendiendo la posición de los demócratas populares. Los pelagatos han quedado al descubierto como punta de lanza de la vieja democracia popular, especializada en mover los hilos del poder, sin importarle la estabilidad institucional y menos aún los altos intereses de los ecuatorianos. Los comentarios del despistado Pallares son de tan bajo análisis y tan deplorable redacción, como los del pelagato Hernández, que sólo confirman la mediocridad intelectual de estos dos plumíferos