Los zapateros de Tungurahua están al borde de la quiebra, debido a que durante los 18 días de paro nacional mucha producción quedó embodegada y emperchada en los almacenes, provocando grandes pérdidas.
La situación de los artesanos es calamitosa indicó el representante del sector del calzado en Tungurahua, Héctor Supe. “Estuvimos en un proceso de reactivación tras la pandemia y hoy nos vino el paro, lo cual es una infamia, porque nos han casi quebrado”, añadió.
Explicó que estaban por despachar mercadería previo al Día del Padre y al momento la incertidumbre radica en que, si los clientes ratificarán esos pedidos, pues con esos ingresos se planificará pagar obligaciones, entre ellas salarios de trabajadores.
Coincide en la posición que ante constantes problemas en el Ecuador incentiva a que muchos decidan salir, ya que aquí no se garantiza tranquilidad para desarrollar algún negocio. “Actualmente sí sentí la necesidad de coger a mi familia y viajar a otra nación, porque tenemos representantes que no aportan al progreso”, dijo.
Lilia Villavicencio, presidenta de la Cámara de Calzado, comentó que luego de dos años de pandemia por el COVID-19 en que empresas cerraron, el Día de la Madre sirvió para en algo alivianar la situación económica y que tenían la esperanza de mejorar por el Día del Padre, pero mucha producción quedó embodegada y emperchada en los almacenes, que es una afectación muy grande.