Por: Luis Fernando Torres
Luego de haber sido destituidos por 82 asambleístas, los 4 vocales del CPCCS fueron salvados del desempleo por el vecino de un barrio que acudió ante 9 jueces diferentes con la misma petición hasta que su pedido recayó en un juez de la Concordia. Este, sin argumentos, suspendió temporalmente los efectos de la destitución y los destituidos volvieron a gozar, debidamente acicalados, de los privilegios del poder, con carro a la puerta y personal a su servicio.
Los 4 destituidos no presentaron pedido judicial alguno. Sin embargo, se beneficiaron de la gestión del agencioso vecino. Recuperaron sus oficinas y sus sueldos, mientras al vecino sólo le quedó el recuerdo de haber firmado 9 pedidos de medidas cautelares. Ellos, los 4 destituidos, en su condición de terceros, solamente podían beneficiarse de la cautelar pedida por el vecino, en el caso de “haber compartido circunstancias comunes con el peticionario” de la garantía constitucional, por el efecto inter comunis de las sentencias constitucionales (CC-2035-16-EP/21). Entre el vecino y los 4 destituidos jamás existió alguna circunstancia común, ni por las funciones, ni por el lugar de residencia, ni pòr parentesco, ni por trámites en el CPCCS. El juez de la Concordia hizo un milagro, uniéndoles y entregándoles una cautelar llena de misterios.
Fueron destituidos en un proceso político, en el que pudieron defenderse. El debido proceso, en la garantía de defensa, no estaba, por consiguiente, en cuestión. La Asamblea se sujetó a los parámetros del debido proceso establecidos por la Corte Constitucional para el caso de enjuiciamientos políticos en los que este derecho constitucional tiene una dimensión distinta de la que se exige en juicios ordinarios (CC-2137-21-EP/21).
El vecino y el juez de la Concordia desnaturalizaron y prostituyeron la garantía constitucional para beneficiar a los 4 destituidos, de la misma manera que éstos vaciaron la escasa institucionalidad del CPCCS cuando tomaron su control con los auspicios de la fuerza pública y el gobierno.
El CPCCS debería desaparecer. Es una entidad diseñada en los tiempos del comandante venezolano Hugo Chávez y que fue importada por la Constituyente de Montecristi. Es paradójico que los más acérrimos críticos de la revolución ciudadana correísta sean los principales defensores de los 4 destituidos y del perverso poder que han venido ejerciendo.
@lftorrest