Paola Roldán, la mujer que luchó por la despenalización de la eutanasia en Ecuador, falleció este lunes 11 de marzo del 2024, a los 42 años, tras padecer una esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que le diagnosticaron en 2020. La enfermedad mantenía a Roldán con una discapacidad del 95%, conectada a una máquina de respiración y bajo cuidados paliativos.
La lucha de Roldan por la eutanasia
La lucha de Paola Roldán por la despenalización de la eutanasia empezó oficialmente el 30 de octubre de 2023. Ese día, la Corte Constitucional admitió a trámite la demanda de inconstitucionalidad del artículo 144 del Código Integral Penal (COIP) que señala que «la persona que mate a otra será sancionada con pena privativa de libertad de 10 a 13 años». Por lo que, bajo esta norma, la eutanasia era considerada como homicidio.
Un mes después, el 20 de noviembre, Roldán expuso ante el Pleno del máximo organismo de interpretación constitucional las razones por las que la eutanasia debía ser despenalizada. Lo hizo de forma telemática con la ayuda de su esposo y una enfermera.
Ese día, la mujer recordó que padece ELA desde 2020. En este tiempo, dijo, «he rozado con la muerte muchas veces». Como aquella ocasión, cuando estuvo a punto de dejar de respirar y no pudo pedir auxilio. En sus 10 minutos de intervención, aseguró que esta enfermedad le ha provocado sufrimiento físico y emocional, doloroso, solitario y cruel. «Es humillante y doloroso pedirles esto. Me comprende irme con dignidad. Quiero descansar digna y en paz», dijo con la voz entrecortada.
Finalmente, el 7 de febrero de 2024, la Corte reconoció el derecho a la eutanasia con siete votos a favor de nueve.
Su familia emitió un comunicado en el que destacó la lucha de Roldán: «La lucha de Paola por el derecho a una muerte digna y compasiva ha dejado un impacto perdurable en nuestra sociedad. Su valentía y determinación han allanado el camino para un cambio significativo en la legislación ecuatoriana, permitiendo que aquellos que enfrentan condiciones médicas terminales tengan la opción de despedirse con dignidad y sin sufrimiento innecesario».
Y añadió que Roldán «partió de este mundo en paz, rodeada de su familia, con un ‘les amo’ dedicado a quienes la acompañamos».